lunes, 5 de agosto de 2024

Las 6 de La Suiza

LAS SEIS DE LA SUIZA

 

 




Son las seis, las seis de La Suiza,

Y aún duerme la siesta

La prole sumisa.



Condenas de tres años y medio,

Y ciento cincuenta mil euros,

Por ser sindicalistas.



Les acusan de coacciones graves y de un delito

contra la administración de justicia.

La sentencia de la Audiencia,

El Supremo ratifica.



¿Podría ser de otro modo?

De rata en rata y de roto en roto,

Las heces del franquismo dicen Santa Rita.



Son las seis, las seis de La Suiza,

Y aún duerme la siesta

La prole sumisa.



Les acusan de hostigar al dueño,

Y de provocar el cierre, aunque llevaba

Un año en venta la pastelería.



El dueño, un capo de Xixón,

en el gremio de la hostelería,

Interpuso más de 30 demandas

Contra las trabajadoras e incluso 

contra algunas de las vecinas.



Son las seis, las seis de La Suiza,

Y aún duerme la siesta

La prole sumisa.



Todo empieza cuando una trabajadora

a la que la empresa debe horas

extra y vacaciones, denuncia,

además, acoso laboral y sexual.



El sindicato desplegó acciones

Frente al local.

Pancartas, pasquines, megáfono:

Lo habitual.



Los sindicatos de clase advierten

De la línea regresiva que supone

Este tipo de respuesta judicial

Contra la acción sindicalista.



Son las seis, las seis de La Suiza,

Y aún duerme la siesta

La prole sumisa.

 

 

La reacción es por ahora insuficiente:

¿dónde están las protestas,

Dónde las huelgas?



Nos jugamos mucho,

Contra una posible jurisprudencia

Que criminaliza la protesta.



Esa no es manera de protestar”.

El supremo recomienda

La vía extrajudicial: Cemac

Y resiliencia.



No culpes al sistema:

Hazte emprendedor,

O vete a la mierda.



Son las seis, las seis de La Suiza,

Y aún duerme la siesta

La prole sumisa.



Si el derecho de huelga

Quedó ya restringido

Con los Pactos de la Moncloa,



No veas si están ahora crecidos

con la Ley Mordaza,

Que el gobierno más progresista de la Historia,

Mecachis, no consigue derogar.

 

 

Las calles son peligrosas,

No hay como representar al pueblo,

Y quedarse bien calentito,

En el Parlamento.



Son las seis, las seis de La Suiza,

Y aún duerme la siesta

La prole sumisa.



Primero fueron a por los del SAT,

Después a por los de Altsasu,

Entraron ya en la cárcel

Las seis de Zaragoza, y nuestro compañero Abel. En fin,

Tantas y tantos.



Pero recuerda por quién doblan las campanas:

Por cada compañera que entra en prisión,

Hay un derecho que arde,

Y el miedo convierte en prisión

Los cuerpos, las vidas, las calles.



Despierta, échale ganas,

Que no hay mejor resiliencia

Que un buen puñado de piedras.


Son las seis, las seis de la Suiza.

Los pobres van a la cárcel

y los ricos a Andorra y a Suiza.



Son las seis, las seis de la Suiza

Y la alarma sonó repetida.

Descarga y, contra la carga

Del poli tonto, corea el politono:



Trabajador, no más sufrir,

el opresor ha de sucumbir.

Levántate, pueblo leal,

al grito de revolución social.




José Icaria - Ateneu Llibertari de Gràcia










































sábado, 17 de febrero de 2024

Sobre el "se iban a morir igual", de Isabel Ayuso

 


Hace un par de semanas estuve en una jornada dedicada al fenómeno de los bebés robados, coordinada por el Observatorio de la Desaparición Forzada de Menores, con Neus Roig Pruñonosa y la Biblioteca del Campo Freudiano, de Tarragona.

Entre otras cosas, y escuchando algunos testimonios, me llamó la atención el desprecio con que la judicatura, y otras instancias del Estado, trataban a las víctimas.

Ese desprecio no está sólo en las sentencias (es sabido que todos los casos son sistemáticamente sobreseídos: bien por falta de pruebas -la destrucción de archivos y el tiempo cobran su parte-, bien por prescripción del delito, puesto que no son reconocidos, como deberían serlo, como crímenes de lesa humanidad), sino en cómo son tratadas. Por ejemplo, a una mujer que busca a dos hermanos desaparecidos, le dijeron, en el juicio, en los medios de comunicación, que qué más les daba, si total ya eran muchos hermanos. Debería hacer memoria, no acaba ahí, es todo un muestrario del desprecio.

Me dio que pensar que eso determinaba, en no poco, nuestro inconsciente social. Esa culpa, en los opresores, se convierte en una obscena impunidad, que actúa de forma recurrente, como con los ancianos pobres que Ayuso deja morir, porque "iban a morir igual", y en el desprecio mostrado en el trato a las víctimas.

Y, por el otro lado, en los oprimidos (no así en las víctimas del robo de bebés, que no cesan en su lucha), una cierta sumisión, una falta de contestación, que proviene, por un lado de la culpabilidad (cuando el otro agrede, resumiendo mucho, se busca la causa en uno mismo), y por otro, en la recurrente impunidad, que vicia cualquier posibilidad de esclarecimiento, y que acaba conduciendo a una cierta indefensión aprendida.

En definitiva, me parece necesario ahondar en nuestro pasado, para restituir a las víctimas, para evaluar las injusticias, y evitar que estas continúen produciéndose tan alegremente. 

 José Icaria 

domingo, 9 de octubre de 2022

Reseña de "InVerso Robinson", por David Marín Rivera

InVerso Robinson

 

Inverso Robinson - José Icaria

David Marín Rivera - reseña aparecida en el número 2 de la revista Agràcia (Ateneu Llibertari de Gràcia)



Inverso Robinson nos invita a inmiscuirnos en la experiencia de habitar una civilización absurda, que se transforma en una broma de sí misma. El dialogo entre lo interno y lo externo se presenta de diversas maneras y lenguajes, con una ficción irónica, que sugiere y reprocha, que aparece como el caminante que es testigo como las cosas se repiten hasta el ridículo. Un viaje con distintas perspectivas de enfoque, de lo cotidiano a la insurrección, de la alienación al homenaje. El libro nos otorga una mirada que busca lo completo, pero no por avaricia, sino que, dentro de lo fragmentario, la imagen de un todo adquiere sentido. La descripción es más que su mensaje, lo que se deduce entre líneas, se entrelaza, en estas islas de imágenes, una tras otra.

Los pequeños dolores acribillan su cuerpo

Bajo el fuego racheado de los años,

Mientras el cáncer avanza,

Devorando a los viejos, devorando a los jóvenes,

Que yacen tras las puertas de esa escalera

Por la que el hombre, a veces sube,

A veces baja, mientras silba

Elementos como el mar, la noche, las islas, la desesperación, aparecen recurrentemente en los poemas, sin premeditación alguna, como parte del paisaje, giran en torno a impresiones y manifestaciones de lo cotidiano. El ojo no contempla, sino que se apropia de lo que se aparece, desarma esa realidad hasta el cansancio. Si bien, en lo interno puede ser desesperante, en lo externo es un cuchillo sin atajos ni excusas.

Los dignos avanzan, firmes en la nieve

Nos proclama una metáfora, como una afirmación de que aún existen aquellxs que perduran en su caminata, en su búsqueda, como pequeñxs Robinson, resistiendo en la isla, y aquello también es vida. En la isla desoladora de la era capitalista, ni la nieve es nieve ni todo lo que se muestra es lo que dice ser, el poeta en este caso, es una voz que señala las líneas trazadas. El capitalismo no nos permite disfrutar la belleza, sobre todo la de la naturaleza, aparece como un ente molesto, un virus que transforma en niebla la realidad, y cuando logra esfumarse, las cosas no están nada de bien, la naturaleza, así como el espíritu de la voz, están tristes, al borde del colapso.

Un libro dividido en dos partes, dos caras de la misma moneda, una donde el caminante, el náufrago Robinson, se refugia en la poesía, en la camaradería, en medio del humo que contamina nuestras relaciones, la anarquía y sus anhelos, se transforma en la posibilidad de poesía:

Y, a veces, cuando hay suerte, comparto loa cerveza (el cava de los pobres)

Con otros robinsones, eternamente Viernes,

Y, ebrios de vida y de poesía. Convertidos

En murciélagos, sobrevolamos la ciudad,

Y hacemos el amor en sus balcones,

Y llenamos de versos las paredes, y de circuladas a es de Anarquía.



En la segunda parte, tales islas se manifiestan limitadas, ya que hasta dentro de nosotrxs mismxs, también jugamos a la falsa comunidad que nos dictaminan:



Cada mañana despertamos,

Milagrosamente vivos

En el naufragio, y no necesitamos

Mirar por la ventana para saber

Que otra vez es el día de la marmota



Reflexiones profundas, Robinson cambia de ambiente, se adentra a sus motivaciones interiores, a un viaje más difuso, menos expresivo, uno que se asemeja a una añoranza, que sitúa a la voz en un lugar donde debe tomar una decisión, porque nada es al azar, ni el absurdo es tan absurdo, ni el mundo es una quimera.



Se acumulan los errores en recónditos

Rincones de nuestra intima geología



Y también se expresa el hambre del cuerpo, el de la libido, el refugio instantáneo de la carne, que se manifiesta en el paisaje de lo cotidiano, entre un instante y otro, como un rito de lo vivo; y el anhelo de la poesía, en su hondura, de lo que significa, como una aliada, como un animal escurridizo, como una voz solitaria donde se van apagando las luces una a una. Lo cotidiano es el precepto fundamental para adentrarnos en un libro que puede leerse desde cualquier parte, cada una es una isla, cada palabra una por sí misma; sin embargo, existen los archipiélagos, las complicidades, lxs afines. La expresividad es cíclica, late como cada una de las evocaciones de imágenes. Y aunque entre el ruido y el silencio haya un gesto temporal, vale la pena seguir el recorrido, el anhelo de libertad, y su hermosa y fracasada épica.



Eternamente apátridas

Bogaremos en el río, siempre

Igual, siempre distinto. Y, como Ícaro,

Volaremos hacia la luz,

En un espacio cuajado de ceniza



martes, 13 de septiembre de 2022

Canibalisme a la Catalunya antepujoliana

 


 

Lástima que se pierdan buenas costumbres. Hoy viviríamos holgadamente del turismo, aunque seguramente habría problemas de sobrepeso e hipertensión. Habría también una selección catalana de sumo y la Sagrada Familia estaría llena de trampas (jaulas descendentes, mallas, enjambres de flechas) para cazar guiris. Ah, dorada Arcadia...

viernes, 19 de agosto de 2022

Pregó del Guiri - Festes de Gràcia 2022

 

Poco se habla de ésto. Inaceptable discurso del delegado turístico de la Unión Europeda en Barcelona. Además de llegar borracho, suelta perlas como agradecer a los barceloneses que separen la basura y reciclen, para que los turistas, a cambio, puedan contaminar a placer en los cruceros... 

(Domingo, 14 de agosto de 2022, en la Plaça del Sol, de Gràcia, Barcelona. "Processó Subhastem el Barri - At. Llib. de Gràcia").


viernes, 15 de julio de 2022

¡Deconstrucciones Núñez y Cagarro!

 

¿Desesperado, desesperada o desesperade 

ante el fin del Arte, 

la disolución del sujeto, 

la muerte de dios, 

la incapacidad de toda la literatura 

para expresar la realidad? 

¡Deconstrucciones Núñez y Cagarro!  

Cabaret Poètic de l'Ateneu Rosa de Foc, 08/07/2022)



martes, 19 de abril de 2022

Recital Poètic Músical organitzat per la XIC


Recital Poètic Músical organitzat per la XIC (Xarxa d'Intercanvi de Coneixements). amb la participació de:

Maria Sebastian, Elena Bernag, Dani Torralba, José Icaria.

Acompanyament músical d'Alfredo González a la guitarra

Amb la Col·laboració de :

Grup de Dones Collblanc-la Torrassa, Associació Cultural Poètica Luz de Luna, Alumnes del IES Margarida Xirgu.

lunes, 14 de marzo de 2022

El poema - "InVerso Robinson"

 

 


 

Lentamente el público abandona sus asientos.

Nada queda ya del vuelo de las aves,

de las piruetas y tirabuzones,

la cuatricomía del cortejo.

Sólo las tristes cicatrices

sobre la pista de hielo.

 ("InVerso Robinson" - José Icaria) 




miércoles, 2 de marzo de 2022

Microrrelato

 


 

Se detuvo un segundo antes de contar una intimidad en fakebook y, al cabo de un rato, vio, en la pantalla de su móvil, un anuncio relacionado con su pensamiento.

 

josé icaria 

miércoles, 23 de febrero de 2022

Presentación de InVerso Robinson - José Icaria

SÁBADO, 5 DE MARZO DE 2022 A LAS 19:00

Presentación de InVerso Robinson - José Icaria

Espai La Figa

C/ Sant Antoni 22, <M> Avgda. Carrilet, a las 19 h.  
 
Inverso Robinson

Una transposición contemporánea del mito de Robinson Crusoe, en clave poética. Los individuos, abandonados a su suerte, no en los confines, sino en el centro mismo de la civilización; aislados, en su burbuja tecnológica. En realidad son dos libros en uno: una primera parte dedicada a la realidad social, y una segunda a la noche, el erotismo, la reflexión poética y filosófica...
 
José Icaria

Forma parte de Los Bio-Lentos, Poesía al Rescate. Ha publicado Malestar en el Paraíso ( 2009), La Rima de Riesgo ( 2013), La esperanza ha nacido muerta (2018), e Inverso Robinson (2021). Ha participado en las antologías Palabras de Barricada, Poesía BioLenta y Enciende la chispa. En el 2019 ayudó a coordinar la edición de la antología Brossa de foc (poesía crítica en la Barcelona del diseño).
El libro puede encontrarse en diversas librerías amigas de Barcelona y en el Ateneu Llibertari de Gràcia. Y por supuesto, en los recitales de Bio-Lentos.

 

 

sábado, 8 de enero de 2022

Postales del fin del mundo

 

 
Inusitado pianista en el edificio interpreta música clásica con soltura y nos retrotrae a los entrañables momentos de intimidad pandémica, mientras el omicron, trompetero santaclaus verde, deposita sus regalos en los hogares adormecidos. ¡Oh, qué repartida cae este año la lotería...!

domingo, 28 de noviembre de 2021

Aplauso vergonzante de la masa

 


...mentre che’l el danno e la
vergogna dura…
Michelangiolo, Rime, 247

Los días se deslizan, lentos y sinuosos

(pero implacables),

como babosas en la tierra

humedecida. Los crímenes

permanecen impunes y los asesinos obtienen

el aplauso vergonzante de la masa.

Los dignos avanzan, firmes, en la nieve…


josé icaria

 

https://inversorobinson.blogspot.com/




lunes, 1 de noviembre de 2021

Morir en gelogüin

 

AYER, al llegar a casa, había una figura inquietante, en el portal: un tipo alto, disfrazado de parca. Perdón, jeje, se disculpó. Pasamos un recodo del pasillo; en el ascensor, una nota informaba del fallecimiento de un longevo vecino (sus últimos días habían sido un infierno, a causa de un cáncer de pulmón). Nos miramos, aún se oía carraspear al jovenzuelo, en la entrada...

 

josé icaria 

 

 

domingo, 31 de octubre de 2021

Rocking Goodbyes


 

 

  En la madrugada,

y, tras una serie de estertores,

mi canción se detendrá.

En el surco descarrilará la aguja

(porque yo nací en la era del vinilo,

justo cuando la Utopía empezaba a declinar),

y en la habitación resonará monótono

el zumbido de mi corazón desenchufado,

como el eco del acorde final

(mis células se inclinarán, abrazadas,

para responder a los aplausos:

no habrá bises, lo siento).

Y en algún lugar del mundo,

una banda estará tocando blues,

y la mirada torva del motero

no se cruzará con la mía,

distendida y sonriente,

y aunque sensualmente bailes para mí,

no podré apreciar ya la eléctrica belleza,

pero tus miradas me acompañarán,

por toda la eternidad,

  como del faro

  el circular destello

  en la noche oceánica… 

 

(Rocking goodbyes, InVerso Robinson - José Icaria)