jueves, 11 de junio de 2020

Nubes de palabras

Tortuga atrapada en un "hashtag" de twitter.


Esta noche, y con la claridad que da el sueño, empecé a pensar en el lenguaje, en las palabras, como otro factor de contaminación, en el que quizá no habíamos reparado lo suficiente. No era sólo el vomitivo discurso de los políticos, las limitaciones mentales y culturales, el cinismo a ultranza que sólo traslucía el afán por el lucro y el poder. Ni el poder de la publicidad, como un constante encantador de serpientes, haciéndonos bailar a su antojo. 
      Era también la constante verborrea que las nuevas tecnologías, a través sobre todo de las redes sociales, producen diariamente en cantidades aberrantes. De repente, observé islas, como nubes de palabras, en medio del océano. Estómagos de cetáceos repletos de indigestas palabras clave, comentarios de artículos, tweets, wasaps, emoticonos… Tortuguitas que morían con el cuello apresado por etiquetas de twitter...
      Mientras, en las ciudades, la gente respiraba a diario prensa en mal estado; inoportunos wasaps informando sobre actos reflejos; tweets, comentarios de facebook, instagram… repletos de tanto narcisimo que llegaba a producir ahogo en la población. Las palabras, que fluían a todas horas a través del cableado de red, causaban aluminosis en los edificios. 
      La naturaleza, desatada, se prodigaba en tifones, huracanes, vendavales de palabras, que azotaban, con sus turbulencias, los elegantes formatos preestablecidos o personalizados; el nivel del mar subía cada año y se temía que numerosas ciudades desaparecieran anegadas bajo la verborreica inundación...


@joseicaria