sábado, 9 de marzo de 2019

El feminismo toma el relevo del Procés en Catalunya



Para mí la foto de la jornada estuvo, en algún momento, más allá de la manifestación (en la cual no cabía simplemente un alfiler, el éxito fue incontestable: destacar especialmente la gran afluencia de mujeres jóvenes: normal).

En algún punto de la Gran Vía, una pareja mayor, con lazos amarillos observaba desde el balcón de un primer piso (vi retratado -no hice foto, lo siento- al matrimonio Arnolfini, de van Eyck), con rostro serio: pensé: los independentistas liberales se han quedado fuera.

Me parece que, en Catalunya, el Procés puede estar cediendo el paso (tras su nulo efecto en el capítulo de recortes, en realidad Catalunya lidera esa liga, con sus recortes en materia de sanidad, educación...) en capacidad de convocatoria al feminismo, que parece tener, en este momento, una gran fuerza para aglutinar a la izquierda.

Grupos de mujeres pasaban a nuestro lado (incluyendo uno de mujeres musulmanas, con el cabello cubierto) coreando: "Sense les dones, no haurà revolució".

Siguiendo la estela del 15 M, ese impulso será convenientemente sustituido por el del "empoderamiento" en la política institucional: I. Montero ya vaticinó que la próxima líder de Podemos sería mujer.

Pero sin duda ocurrirán muchas cosas, de índole diversa, y a mí ese escenario me parece más refrescante, más estimulante que el actual. Habrá que ir viendo.

Desde luego, el discurso feminista resulta, para la derecha, imposible de digerir, ya vemos que no hacen más que ponerse en evidencia cada vez que lo intentan.

Está en su atávico Adn el demonizar a la mujer, el intentar someterla, y hay en ello un innegable complejo de inferioridad. Uno de sus reveladores "sinthomes" que decía Lacan.

Por lo demás todos tenemos que seguir aprendiendo. Los macro y micromachismos resultan simplemente inaceptables. 
 
@joseicaria