miércoles, 25 de marzo de 2020

La invención del coronavirus (microcuento conspiranoico)


     –Un momento dijo uno de los jóvenes cerebritos del think tank en la reunión supersecreta que mantenían en una de las plantas superiores de aquél rascacielos de… mientras caía lánguidamente la noche sobre la ciudad, y las bebidas tintineaban en las bandejas de los camareros, que mantenían siempre surtidos los vasos de los principales dirigentes del G-7, ¿y si hiciéramos una guerra… sin hacerla?
     Explíquese dijo el líder de..., como el resto, preocupado por el vuelo en picado de la economía, y la posibilidad, la necesidad, mejor dicho, de inventar una nueva crisis.
    –¡Atchís! estornudó otro líder.
    Exacto dijo el joven cerebrito...

@joseicaria

lunes, 23 de marzo de 2020

La maldición del coronavirus



Pienso, de verdad, que la próxima gran revolución ya no será científico-técnica. La próxima revolución será el éxito de la especie gracias al desarrollo de la conciencia crítica de especie y operativa, y si no, nos espera el colapso de especie y la extinción...

Eudald Carbonell






Licencia Creative CommonsLa maldición del coronavirus por José Icaria se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. (Interactivo y texto)





miércoles, 18 de marzo de 2020

ESTADO DE ALARMA


No estoy siendo un utopista. No apelo a una idealizada solidaridad entre la gente, más bien al contrario, la actual crisis demuestra claramente cómo la solidaridad y la cooperación global actúa en interés de la supervivencia de todos y cada uno de nosotros; cómo es lo único que, racional y egoístamente, podemos hacer.

Slavoj Žižek


Han sonado ya dos trompetas,
el apocalipsis será amable:
repantigado en el sofá,
como en Gran Hermano,
tú puedes ser un héroe
por unos días,
si te quedas en casa
y te lavas bien las manos,
como, en el fondo,
has hecho siempre.
Confinarse ¡is fun!,
muestra tus vídeos en la red,
y aplaude, por la tarde,
lo que no supiste defender.
Hacemos todo lo posible,
es un bicho muy dañino:
invisible, se lleva
a enfermos y a ancianos.
Mascarillas para todos,
aún no hay, pero inyectamos
miles de millones en equipos
de respiración para la Empresa,
y el ejército disparará tan solo
recomendaciones de goma.
No les quepa duda, de esta crisis,
si no acabamos con la desigualdad,
saldremos más hundidos...

 @joseicaria



martes, 17 de marzo de 2020

Gregor Samsa despierta convertido en un coronavirus


Para @atroleando

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un coronavirus (de la familia Coronaviridae). Centenares de trompetillas (o peplómeros), distribuidas por la indiferenciada superficie de su organismo, le proporcionaban un equilibrio inestable, con lo que no hacía más que rodar, a cada tanto, sobre el rugoso relieve que su anterior anatomía había imprimido en el colchón.

     «¿Qué pasaría —pensó— si me confinara un par de semanas y me olvidase de todas las chifladuras? Bastaría con quedarse heroicamente en casa y lavarse las manos a menudo». Algo a lo que, en realidad, el mundo en que vivía lo había entrenado a conciencia. Sí, el neoliberal, era un apocalipsis amable...

     «¡Dios del cielo!», pensó. «Pero, ¿qué ocurrirá con la continuidad de la Empresa?» Y entonces cambió nuevamente de idea: «Ahora, por lo pronto, tengo que levantarme, porque el tren sale a las cinco», y miró hacia el despertador que hacía tictac sobre el armario...


@joseicaria (con el permiso del Maestro...) 


 

viernes, 13 de marzo de 2020

El tao del coronavirus



 


¿Cuántas lecciones nos ha dado ya? El coronavirus, cerrando escuelas y universidades, enseña...






Los que recortaron temerán ver su vida recortada.





Los que hablan de portadores de enfermades, ya la portan. El odio es la enfermedad.




Los que se aislan* se aislarán aún más.
*p. e.: en la sierra…





Virus oportunistas; la enfermedad, el capitalismo.





Lavándonos las manos evitamos y contraemos la enfermedad.






El cáncer dentro del cáncer frenará la metástasis.



Ho-Tsé Icaria





jueves, 5 de marzo de 2020

Floración de los cerezos y pedagogía


Contemplo hoy, mientras paseo, la incipiente floración de los cerezos (ya apreciable en un buen número de ellos, mientras que hace una semana apenas descollaba alguno, y me vienen al recuerdo los días de infancia, en el colegio, cuando, tras la hora de gimnasia, nos duchábamos juntos chicos y chicas, y la pubertad llegaba gradualmente a nuestros cuerpos, como la primavera a los campos: recuerdo los pequeños pechos, que apuntaban primero, como los brotes en los árboles.

     Viví buena parte de la EGB en una escuela cooperativa donde además de esa aberración que he contado al principio (una aberración que nos aseguró un tránsito fluido a la pubertad y, me atrevería a decir, una relación sana con todo lo sexual), compartíamos todo el material escolar, y discutíamos en asamblea buena parte de las cosas que afectaban a la convivencia o a nuestra educación.

     Muchos de aquellos profesores eran excepcionales, y muy rojos algunos, de esos que dedicaban parte de la clase a contar sus experiencias vitales, el terror que el fascismo había infligido en la vida de las personas, el hambre, la represión ideológica, y los versos que una vez escribió un poeta en su celda, antes de morir:

     Adiós, hermanos, camaradas y amigos.
     Despedidme del sol y de los trigos.

     Y qué queréis que os diga, mi experiencia es que no necesitamos menos, sino más libertad en la educación, desarrollo de la creatividad, comunicación, avivar el sentido crítico... Pero yo no soy un experto, sino alguien que agradece lo que recibió...



José Icaria