sábado, 23 de enero de 2016

De cómo descubrí, por casualidad, lo que había después de la muerte



Hoy, mientras me afeitaba, he descubierto lo que habrá después de la muerte. Sí, amigxs, no hay límites para una inteligencia bien entrenada. Algunxs objetarán: «qué tontería, después de la muerte no hay nada». Bien, admito la implacable navaja de Ockham, pero suponed, por pequeña que sea la posibilidad, que hay algo. En ese caso, ¿qué habría? Mi razonamiento ha sido el siguiente: ¿qué hay cuando llegas por primera vez a un sitio? De pequeño, en el colegio, en el dentista, el autobús, la Itv... ¿Qué es lo que hay? Pues, muy sencillo, colas. Después de la muerte, si algo hay serán colas. Un hecho que corrobora mi teoría es la tendencia de las ancianas a colarse en la panadería. Ellas no hacen sino entrenarse...
   +José Icaria 



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