martes, 7 de febrero de 2017

Bailando con Zorba el Griego


Cuando terminé los calendarios de haikus, sabía que no se venderían demasiado. Estaba perfectamente satisfecho con el resultado, disfruté haciéndolos. creo que capturé -siquiera fugazmente- algunas esencias. Conjugué dos pasiones: la poesía y la fotografía. Había cubierto una etapa más. Algunos calendarios salieron con las fases lunares cambiadas, especial para coleccionistas. Los puse en internet y en un par de librerías y me fui, con mi compañera, unos días a Olot, esa tierra ancestral por la que manan ríos de lava, en cuyos hayedos cruza, traslúcido, el jinete de Magritte. Y una tierna sonrisa de Buda encendía mi rostro al comprobar, por la tarde, las escasas ventas. Eso sí, la página se llenó de "me gusta", y quizá alguien replicará, el año que viene, mi idea y tendrá probablemente éxito. Como yo lo he tenido, bailando, como Zorba el Griego, mi maravilloso fracaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias. Ya le llamaremos.