Un gran sol se derrama,
como un huevo estrellado,
e invisibles
niños salen a jugar con la pelota.
O al menos, y eso no me lo negaréis,
un tipo se detiene a comprobar las pulsaciones,
mientras que su perro lanudo
recupera el resuello,
mira y nos ladra:
¡Guau-guau!
Y el eco resuena en el vacío
de la mañana.
@jose.icaria
|
Domingo by José Icaria is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias. Ya le llamaremos.