La
Duquesa de Alba sorprendió a toda España respondiendo a las acusaciones de Diego
Cañamero, del SAT, que se había presentado a las puertas de la iglesia para
arrojar acusaciones contra ella, diciendo que: “Es mi deseo que sean repartidas todas mis tierras
entre los jornaleros, y que, a partir de ahora, las subvenciones sean
debidamente asignadas, y se empleen en proyectos que creen riqueza, y no
dependencia. Por último, quiero que la totalidad de mi patrimonio sea invertido
en la regeneración del campo, en investigación y desarrollo, y en proyectos sostenibles”.
Al
parecer, la Duquesa se habría sentido impresionada ante la actitud del multimillonario Warren
Buffet, que dijo sentirse avergonzado al saber que pagaba menos impuestos que
su secretaria.
La Duquesa de Alba, Doña Cayetana
Fitz-James Stuart y Silva, que hoy se casaba con el funcionario del estado, don
Alfonso Díez, quiso responder a las acusaciones de Diego Cañamero, del Sindicato
Andaluz De Trabajadores (SAT), que se había presentado a las puertas de la
iglesia para arrojar acusaciones contra la Duquesa (en su condición de
terrateniente), por supuestas irregulares en la
contratación de trabajadores, en la recepción de ayudas de la
Unión Europea y de fraude a la Seguridad Social.
La Duquesa, a la que intentaron retener sin
éxito, primero su prometido y diversos invitados que se encontraban en las
proximidades después, tomó un micrófono y empezó a hablar de un modo que sumió
a todos en la perplejidad (Victorio y
Lucchino, que flanqueaban a la Duquesa, se encargaban de traducir, por turno,
sus palabras, al castellano y al inglés).
“Yo
también lo estoy pasando mal, como ya he dicho en alguna ocasión, reconoció la
Duquesa, así que no me imagino subsistiendo con lo poco de lo que vosotros
seguramente disponéis”. Se había hecho un silencio de mármol, las cámaras
enfocaban sucesivamente a la Duquesa y a los miembros de la familia, que se
habían quedado petrificados y se miraban significativamente.
“Poseo,
no lo niego, una de las fortunas más grandes de España, entre palacios,
terrenos agrícolas, propiedades inmobiliarias, sociedades, participaciones
bursátiles y una extraordinaria -no quiero ser modesta- colección de arte. Mis
fincas ocupan unas 34.000 hectáreas de terreno, repartidas entre Castilla-La
Mancha, Extremadura y Andalucía”.
“En concepto de cultivos, las sociedades Euroexplotaciones
Agrarias S. A., Eurotécnica Agraria S. A. e Inversiones Princesa, de las que
son accionistas los miembros de mi familia, reciben subvenciones…”, aquí hubo
de interrumpirse por el creciente rumor que estaba despertando entre sus hijos,
a los que intentaba calmar Cayetano: “dejadla acabar”, decía. “…Reciben
subvenciones, continuó la Duquesa, por parte de la Política Agraria Común, PAC,
de la Unión Europea, por un importe cercano a los dos mil millones de euros”.
“La verdad -no quiero engañar a nadie- es
que, junto a otros seis grandes terratenientes, nos
embolsamos habitualmente el 83% de las subvenciones europeas.”
Cayetano sujetaba del brazo a uno de sus cuñados: “siéntate”, le dijo,
mirándolo fijamente a los ojos. La Duquesa siguió: “hace mucho tiempo que llevo
pensando en lo injusto de esta situación, y para paliar un poco los males que
se hayan podido derivar, he tomado una serie de decisiones, que quiero hacer
públicas en este momento, que habría de ser el más feliz de mi vida”.
Carlos Martínez de Irujo, duque
de Huéscar se había puesto en pie, y gritaba fuera de sí: “Pero, qué coño está
diciendo, se ha vuelto…” No pudo acabar la frase, Cayetano lo había obligado a
sentarse, sujetándolo por los hombros. “Cuando el multimillonario Warren Buffet
afirmó que se sentía avergonzado por pagar menos impuestos que su secretaria, y
anunció que quería pagar más impuestos, se me encendió la lucecita”.
Entonces, la Duquesa se pegó un
bailecito, instantes que recogieron las cámaras, una graciosa estampa de la
Hija Predileca de Andalucía (título que aún se le resistía, hasta que Chaves amablemente se
lo concedió). Esperó a que cesaran los aplausos y por fin, absolutamente
calmada, dijo: “Es mi deseo que sean repartidas todas las tierras entre los
jornaleros, y que, a partir de ahora, las subvenciones sean debidamente
asignadas, y se empleen en proyectos que creen riqueza, y no dependencia. Por
último, quiero que la totalidad de mi patrimonio sea invertido en la
regeneración del campo, en investigación y desarrollo, y en proyectos sostenibles”.
“¡De eso nada, decía Inka Martí,
esposa de Jacobo, habíamos escriturado en julio!” “Escrituraremos de nuevo, no
os quedaréis sin nada, pero tampoco con todo”. Entonces, Alfonso Díez la tomó
en brazos y cruzó de esta manera el pórtico de la iglesia. María Eugenia Fernández de Castro dijo que la familia siempre sospechó de
ese hippie de Alfonso, al que ya advirtieron seriamente una vez que los habían
encontrado a ambos fumando marihuana en el cuarto de la Duquesa.
Acorde con la nueva etapa de
austeridad de la Duquesa de Alba, los invitados degustaron un sencillo menú a
base de gazpacho, arroz y tortilla de patatas. La madrina del enlace, Doña
Carmen Tello, en declaraciones a rtve, reconocía que “todo lo que quiere [la
Duquesa] lo consigue, porque es muy luchadora, muy tenaz, y tiene mucha fuerza
de voluntad”.
Telecinco prepara ya una
telenovela en la que aparecería Belén Esteban como La Duquesa del Pueblo. Gran número de famosos se han mostrado
interesados en presentarse a los castings. Se prevé una lucha encarnizada por
la consecución de ciertos papeles, sin duda anhelados por la mayoría de ellos,
así como la aparición de sumas astronómicas, que irían destinadas a aquellos
que aceptaran interpretarse a sí mismos.
Muy bueno. Pongo tu blog en favoritos. Seguiré leyendo....graciasssssss
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