"EL PERRO Y EL COCODRILO" NO SIGAS LOS CONSEJOS DE TU ENEMIGO
EL PERRO Y EL COCODRILO
Bebiendo un perro en el Nilo
al mismo tiempo corría.
—Bebe quieto—le decía
un taimado cocodrilo.
Díjole el perro prudente:
—Dañoso es beber y andar,
¿pero es sano el aguardar
a que me claves el diente?.
¡Oh, qué docto perro viejo!
Yo venero tu sentir
en esto de no seguir
del enemigo el consejo.
Félix María de Samaniego
Cuidado con 1984, especialmente tratándose del Pp. Y por
cierto, ¿Qué entiende el PP por “Estado
de Derecho”? Creo que más bien lo confunde con estado de derechas. Las
imágenes, los testimonios no dejan lugar a dudas: ¿Por qué no dimite la
delegada del gobierno, el jefe de la policía valenciana (un tipo, por cierto, que confunde una
manifestación con una situación de guerra, claro que no debe extrañarnos -estoy hablando del vituperado “yo a mi enemigo no le cuento mi estrategia”;
luego ahondaré en el tema, pero hay que recordar que ya Emilio Botín dijo en su
momento que “esto es una guerra de ricos contra pobres y [que] de momento,
vamos ganando”), y por qué no separan inmediatamente del cuerpo a todos esos
agentes que se pasaron con la coca… (Creo que es lo mínimo que se puede decir
después de ver las imágenes).
La evidencia de
esas mismas imágenes, así como la frialdad –por no decir chulería- con que
actuaron los policías, la extrema violencia que usaron contra niños, contra
personas indefensas que protestaban pacíficamente (después de que los dejaran
sin calefacción, hay que recordarlo, y aquí hay una línea de causa-efecto que va de la corrupción de la comunidad
valenciana de los populares a la burla de la justicia de camps, y a esos mismos
recortes en materias básicas como la educación: en otras palabras, que a
los que quizá habría que zurrar no era a los estudiantes de secundaria, sino a
esos chorizos que dirigen el gobierno de la comunidad, y que por lo visto, se
amparan en una fuerza mafiosa y camorrista), así como testimonios sumamente
controvertidos, como el de un médico
internista del Hospital Clínico de
Valencia en Urgencias, que en “ Hablar por hablar” de la Ser, denunciaba
que “la noche pasada la policía robaba
literalmente información sobre los pacientes, que se les ha impedido hablar con
la prensa, que se han falseado datos, y que hay muchos más heridos de los que
se dicen…”
Todo ello, en
conjunto, habla no sólo de un acto deliberado de barbarie y fascista (paralelo
a los actos de presentación de Felip Puig en Catalunya: un mensaje claro: a
partir de ahora, se han acabado las tonterías, que sin duda, hará las delicias
de los foros de policías), sino, además, la absoluta intencionalidad y
premeditación de esos actos. La orden,
trasladada a lenguaje corriente debió ser del tipo: salid y darles una buena
lección, no os preocupéis de nada.
Ayer asistí a una
manifestación, en Barcelona, de protesta y en solidaridad con Valencia. Es
cierto que fuimos creciendo en número mientras bajábamos Ramblas, tomamos Plaça
Sant Jaume y nos dirigíamos a la comisaría de policía en Via Laietana. Mi
opinión es que las movilizaciones deberían ser mucho más masivas ante la
gravedad de los acontecimientos que se están produciendo. Si podemos pasar una noche en vela por el fútbol, ¿cómo no hacerlo por
cuestiones que atentan flagrantemente contra nuestros “derechos fundamentales”?
Recordemos también que la huelga es un método activo de lucha y un recurso
que continúa siendo válido. El miedo no nos servirá de mucho. Era útil en la selva quedarse paralizado
cuando éramos descubiertos por un predador, que podía así, dejar de vernos.
Pero no resulta útil en la actualidad,
puesto que hemos sido de una vez por todas plenamente identificados, somos “el
enemigo”.
Y con esto
concluyo: se ha dado un paso más. Como en otras cuestiones, no es que no pasara
ya, o no se supiera, sino que ahora ha quedado plenamente instituido: somos el enemigo. No sólo no nos representan, sino que, directamente, somos enemigos. Esto debe quedar
claro: no nos van a defender (debemos presionarles, aunque sólo sea
para demostrar su impostura); nadie lo hará por nosotros. Además, deberemos
poner en cuarentena expresiones como “sabemos que estamos pidiendo sacrificios
a la sociedad española”. Como se
desprende de la moraleja de una fábula de Samaniego, no sigas los consejos
de tu enemigo…
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* nota al título: siguiendo el consejo de una amiga lectora, apuntaré el siguiente matiz: ...a menos que sospeches que el enemigo pueda estar haciendo uso de la psicología inversa. Como apunta Isabel, "hay que ser más putas que las gallinas". Desconozco si Samaniego fabuló -o moralizó- al respecto, pero desde luego, la experiencia de lucha lo enseña sobradamente.
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