La Comisión Europea podría haber perdonado finalmente, esa humillación a la vigente campeona del Mundial y de la anterior Eurocopa en su debut, pero se ha mostrado implacable en cuanto al resto de partidos, en los cuales tendrá que vestir, inexcusablemente, la camiseta de la selección germana (nota de última hora).
Dentro de unos minutos comenzará el partido que enfrentará a la selección española (la vigente campeona) contra la italiana (situada, también, entre las primeras en el ranking de países rescatados) en esta emocionante jornada de la Eurocopa 2012. Nuestro presidente, siempre parco en palabras, no nos develó esta mañana –en su fugaz comparecencia pública– una de las primeras (y no menos dolorosas) consecuencias del rescate: en efecto, la selección española (como también la griega, la irlandesa y la portuguesa) tendrá que jugar con el uniforme oficial de la selección alemana; conservará el escudo, pero este se verá adornado –no con la honorífica estrella que la acredita como vencedora de un mundial– sino por las doce estrellas en círculo características de la bandera de la Unión Europea.
Rajoy ha quitado hierro al asunto desde su twitter, #rajoydespedidoporabsentismo: todos con la roja (si nos quedamos en blanco es porque estamos en números rojos) OÉ.
El banquillo se ha sentido molesto con la medida, pero hay una opinión generalizada del tipo: “sí, sin duda es un sacrificio muy duro. Pero sabemos que también muchos aficionados lo están pasando mal, así que nos sentimos doblemente obligados a hacer un buen papel y ofrecer ese bálsamo que tanto necesita el país en estos difíciles momentos. Dedicaremos el triunfo (si es que tenemos la suerte de ganarlo, hay muy serios aspirantes y ningún partido es fácil), a todos los seguidores, aunque la copa tenga que ser para Alemania, tal como se ha decidido, sin que nos corresponda a nosotros opinar sobre ese asunto…” (En ese sentido se han manifestado Casillas, Xavi, Sergio Ramos e Iniesta, con ligeras variantes).
Guardiola se ha desmarcado también del asunto; preguntado acerca de si se sentía sorprendido ante las inmediatas consecuencias de un rescate que no es rescate sino un préstamo por lo bien que lo hemos hecho, ha respondido: “No tengo opinión. Y no me sigan preguntando porque saben que yo sí tengo estudios…”
Fuente: http://deportes.quepais.com/deportes/2012/06/10/actualidad/723457456_2854835.html
LA SELECCIÓN TENDRÁ QUE VESTIR LA CAMISETA ALEMANA DURANTE LA EUROCOPA 2012 por José Icaria se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en joseicaria.blogspot.com.
IMPORTANTE. NOS ACABA DE LLEGAR ESTOInformación dada por la CBC TV canadiense, sobre el RESCATE a España y las CONDICIONES SON:Ese dinero irá destinado al FROB como Deuda del Estado, por lo que la deuda pública aumenta automáticamente del 74 al 84 por ciento del PIB español. Se dá a un interés del CINCO por ciento anual, por lo que el año que viene el Estado deberá pagar de intereses de su deuda:
37.000 millones 5.000 millones de este rescate, total 42.000 millones en INTERESES para el año 2013.
Aparte tiene un plazo de amortización de CINCO años pagaderos anualmente, por lo que el año que viene hay que refinanciar o pagar 10.000 millones mas en vencimientos. Total 52.000 millones de euros a pagar el año que viene en intereses amortizacion del RESCATE.Esas son las cifras, por lo que, según esta misma cadena CBC canadiense, antes de que termine el año, la economía española no podrá aguantar, por lo que se procederá a la 2a. fase del RESCATE ,con otros 185.000 millones de €, al CINCO por ciento anual, y así cada SEIS meses hasta alcanzar la cifra de 500.000 millones de €Y cómo se vá a pagar todo esto. El principal, que serán esos 500.000 millones de € la actual deuda del 74 del PIB ( 770.000 millones de €) Total 1.270.000 millones de €, NO SE PODRA DEVOLVER, eso está ASUMIDO.Los intereses, al tipo medio del CINCO por ciento anual , nos dá para el año 2017, la cifra de 63.500 millones de € anuales solo para el pago de los INTERESES.Cómo se pagarán???1.- Bajada de las pensiones.Se está hablando de bajar las máximas desde 2400€ a 900€; pasar las mínimas a 200€, anular las NO contributivas, viudedades, horfandad e incapacidades NO contributivas. Las de incapacidad contributiva serían bajas un 40 por ciento.2.- Sanidad.Copago en todos los SERVICIOS sanitarios; pago del CIEN por ciento de todas las medicinas a todos los colectivos; exclusión total a todo aquel que no cotize.3.- Educación.Copago a todos los colectivos hasta la educación obligatoria. A partir de esa edad, el pago será TOTAL Se eliminan las becas.4.- Comunidades Autónomas.Tendrán un presupuesto que supondrá una reducción del 70 por ciento en todos los gastos, con el despido de mas de la mitad de las plantillas, reducciones de sueldos del 40 por ciento, eliminación de los conciertos con Navarra y PV; Y si por esas no se consiguen MANTENER, Disolución de las CCAA.5 .- Impuestos.-Subidas del IVA, tabaco, especiales, hidrocarburos, IRPF, sucesiones, patrimonio, sociedades y todas las tasas y multas.En fin, Calculan que en TRES años serán despedidos mas de UN millón de empleados públicos en España.
Luis de Guindos: “Es un apoyo financiero que no tiene nada que ver con un rescate”. “No hay ni el más mínimo rescate al respecto”.
Falso. El dinero sale de los fondos europeos de rescate y se presta al Estado, no directamente a los bancos, como pretendía España. Aunque las condiciones sean algo diferentes al de los demás países rescatados, la realidad es que España se ha convertido en el cuarto país de Europa en recurrir a estas ayudas, tras Grecia, Irlanda y Portugal. Así lo ve toda Europa y la prensa internacional.
Mariano Rajoy: “Lo que hay es una línea de crédito”.
Falso. Quien pide el dinero prestado a Europa se compromete a devolverlo y paga los intereses, no los bancos. Es España, a través de una entidad pública: el FROB. La mayoría de los bancos no recibirán préstamos desde el FROB –no los podrían devolver–, sino inyecciones de capital.
Mariano Rajoy: “No afecta al déficit público”.
Falso. Todo el dinero que pida prestado al FROB irá a la deuda pública y sus intereses, al déficit. Si se alcanzan los 100.000 millones y el tipo de interés, como se dice, es del 3%, supondrá 3.000 millones de euros más en el déficit anual: por comparar, es dos veces lo que ahorró Zapatero congelando las pensiones en 2010.
Mariano Rajoy: “El que ha presionado he sido yo. A mí nadie me ha presionado”.
Falso. Europa –especialmente Alemania y los países del norte– ha presionado a España para que acepte esta opción. Dentro del desastre, el procedimiento de rescate no es especialmente malo: había opciones mucho peores. Pero tampoco es el modelo soñado por el Gobierno español, que habría preferido una intervención del BCE o un rescate directo a los bancos sin que el Estado tuviese que avalar la operación.
Luis De Guindos: “Ayudará a las familias y a las empresas”. “Servirá para que vuelva a fluir el crédito, para que crezca la economía y se cree empleo”.
Falso. El dinero público inyectado a los bancos irá a provisiones de pérdidas, no al crédito. De hecho, a corto plazo lo más probable es que el crédito se restrinja aún más porque todas las entidades financieras –las buenas, las malas y las regulares– tendrán que aumentar aún más sus provisiones, por lo que no podrán prestar.
Cristóbal Montoro: “No van a venir los hombres de negro”.
Falso. La temida troika –el FMI, el BCE y la Comisión Europea– también va a aterrizar en España. Serán ellos quienes decidan la reestructuración del sector financiero y también quienes vigilen “de cerca y regulamente” el cumplimento de los compromisos españoles contra el déficit.
Luis de Guindos: “Las condiciones se les van a imponer a los bancos”.
Falso. España va a tener que firmar un ‘memorandum of understanding’: un tratado, como el de Grecia, Irlanda y Portugal. Y en el propio comunicado del Eurogrupo queda claro que la ayuda al sector financiero está condicionada al cumplimiento de los compromisos anteriores de España en la lucha contra el déficit. No hay condiciones explícitas, pero sí las hay implícitas. En breve veremos nuevos recortes y subidas de impuestos, por mucho que el Gobierno hoy los niegue con la misma contundencia con la que antes negó el rescate.
Rajoy, único presidente del mundo en calificar el rescate como una buena noticia : elplural.com – Pe
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha iniciado una carrera surrealista para negar la realidad y, en su comparecencia ante los medios de comunicación, ha ido más allá de lo que la prudencia indica al máximo responsable del Gobierno en un país con serios apuros. El problema es que sus afirmaciones sin sentido no sólo llevan al Gobierno a hacer el ridículo ante medio mundo, sino que hunden el prestigio del país...
(...)Pero, ¿donde esta el paralelismo con Fukushima? Pues en que la economía está actuando como la energía nuclear después del accidente: invisible, mata lentamente, cada día te levantarás pensando si tu seras el siguiente o tu vecino, tu primo, o tu familia. Porque si ese día tienes un accidente, no habrá medico para atenderte, si ese día te despiden porque la empresa no consigue vender, tu vida irá en caída libre, ya que no tendrás como pagar el piso, el agua, la comida, o la gasolina. Pero no será una muerte rápida, será lenta e invisible. Y de quien es la culpa? Pues al igual que los japoneses eligieron la energía nuclear como fuente de su economía, nosotros elegimos la deuda hipotecaria como fuente de nuestro dia a dia. Así, recogemos lo que sembramos.
Recuerda, cada vez que veas a alguien “normal”, seguramente piense que esto estuvo bien. Cuando veas a un moro, o negro o sin techo o perroflauta, quizás son menos “normales”, pero al menos tienen la vergüenza suficiente como para no celebrar el FIN DE LA DEMOCRACIA...
Primero los gobiernos les crearon las condiciones para que financiaran una burbuja de crédito sin precedentes y con la que han ganado docenas de miles de millones de euros. Dictaron leyes de suelo para que los promotores les pidieran préstamos que financiaran construcciones en todas las esquinas de España, que irían quedándose vacías y sin vender cada vez en mayor número. Aumentaron las facilidades fiscales para promover las ventas y desincentivaron el alquiler y el consumo colectivo de servicios de ocio o residencia.Solo de 2000 a 2007, los bancos multiplicaron el crédito total destinado a la actividad productiva por 3,1, el dirigido a la industria por 1,8, el de la construcción por 3,6 y por 9 el dirigido a la actividad inmobiliaria. Y eso que cada vez disponían de menos depósitos para generarlo: en 2000 la banca española recibía 1,43 euros en depósitos por cada euro que concedía a crédito, mientras que en 2007 solo 0,76 euros.No contentos con los beneficios que les daba el negocio inmobiliario que condenaba al monocultivo a la economía nacional, impusieron políticas de bajos ingresos y recortes salariales para que las familias y pequeños empresarios vivieran en el filo de la navaja y tuvieran que endeudarse hasta las cejas.Pero no contentos con obtener beneficios normales, los bancos utilizaron a sus tasadores para aumentar artificialmente los activos sobre los cuales iban a dar créditos, para así generar más deuda y cobrar comisiones más suculentas y recurrieron a todo tipo de prácticas comerciales predatorias para fomentar el consumo: manejaban a su antojo los índices de referencia, incluían la abusiva cláusula que autoriza al banco a vender el piso en subasta notarial si se produce el impago de la deuda, reclamaban importes elevadísimos por cuentas que creían canceladas, cobraban comisiones leoninas (más que en cualquier otro lugar de Europa) por cualquier cosa, giraban una y otra vez un recibo inatendido por el cliente generando múltiples gastos de reclamación por una misma deuda, embargaban saldos en cuentas corrientes sin respetar lo establecido en la ley... hasta cuatro folios me ocupa el listado de malas prácticas que han recopilado las asociaciones de usuarios, es imposible consignarlas todas aquí. Y eso, por no hablar de las estafas estrella, que han podido suponer un auténtico robo de entre 12.000 y 15.000 millones de euros, si no más, mediante las participaciones preferentes, las cláusulas suelo, etc.Mientras sucedía todo esto, las autoridades dejaron hacer, consintieron las tropelías bancarias y permitieron que se inflase la burbuja sin cesar, haciendo oídos sordos a todas las advertencias.El actual Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, decía en 2003: "no existe una 'burbuja inmobiliaria' (...) el concepto de burbuja inmobiliaria es una especulación de la oposición que habla insensatamente de la economía de ladrillo y olvida que la construcción es un sector fundamental para la economía del país y en el que trabajan cerca de un millón de personas" (El Mundo 2 de octubre de 2003). Y el más tarde Ministro de Economía, Pedro Solbes, afirmaría que quienes auguraban el riesgo de recesión por esa causa "no saben nada de economía" (El País, 11 de febrero de 2008).Los dirigentes de uno y otro partido negaban lo que hiciera falta, por muy evidente que fuese para el resto de los españoles, con tal de dejar que los banqueros y los grandes empresarios de la construcción literalmente se forraran a costa de todos los españoles.El gobernador del Banco de España que había colocado el PP, Caruana, se pasaba por el arco del triunfo la denuncia de sus inspectores que en 2006 le señalaban formalmente que no se hacía nada frente a un endeudamiento creciente y muy peligroso de la banca española. Pero eso sí, no había declaración suya o más tarde de su sucesor, el socialista Férnandez, en la que no reclamasen moderación salarial y recortes de gasto social.Pero gracias a todo ello, los bancos españoles se convirtieron en los más rentables del universo, justo, eso sí, en la misma medida en que situaban a nuestra economía entre las más vulnerables.Cuando estalló la burbuja y ya no se iba a poder disimular lo que había pasado, el inmenso negocio que los bancos habían hecho a costa de la deuda, todos consintieron en disimular.Permitieron que los bancos declarasen en balance los activos dañados a precios de adquisición siendo cómplices así de un engaño descomunal que hirió de muerte la credibilidad de nuestra economía porque, por mucho que Zapatero dijese en septiembre de 2008 -como le dictaban Botín y compañía- que el sistema financiero español era "el más sólido del mundo", los inversores y prestamistas internacionales sabían lo que de verdad había hecho la banca española.Los dos grandes partidos, a los que se suman los de los nacionalistas de derechas de Cataluña y el País Vasco, colocaron en las cajas de ahorros a sus amigos y militantes y crearon una red de oligarquías provinciales que alentó la especulación, extendió la corrupción y que comenzó a llevar al desastre a la gran mayoría de las entidades, al convertirlas en clones de los bancos privados, sin tener capacidad real ni naturaleza legal para serlo.Y para facilitar la recuperación de los bancos mas grandes y dejarles a ellos todo el mercado consensuaron la ley de cajas que las llevaba a su bancarización forzada, para provocar cuanto antes su caída y el reforzamiento por esa vía de los bancos más grandes.Claro que, a cambio, esos mismos partidos han recibido cientos de millones de préstamos para ir ganando las elecciones, ahora uno luego otro, que no devuelven, y han podido colocar en sus consejos de administración, o en los de empresas participadas, a docenas de ex dirigentes o socios.Luego, cuando el sistema saltaba por los aires porque a los alemanes les consumía el ansia de cobrar los préstamos que con la misma compulsión habían dado a los bancos españoles, todos se concitaron para negar que iban a pedir un rescate. Diez días hace que lo negaba rotundo el presidente Rajoy: "no va a haber ningún rescate de la banca española" (EFE 28 de mayo).Y cuando lo han pedido, niegan lo que efectivamente han pedido: 100.000 millones de euros para entregar a la banca y que vamos a pagar todos los españoles. Niegan que vaya a tener efecto sobre el déficit y la prima de riesgo, cuando será el Estado quien tenga que devolverlo (¿cómo lo harían unas entidades que se capitalizan precisamente porque no tienen dinero?) y tratan de hacer creer que es algo positivo y una ayuda generosa: "Las noticias que traemos hoy son positivas", dijo el Ministro de Guindos cuando empezaba la rueda de prensa que dio ayer para anunciar el rescate.Nos han engañado a todos cuando dicen que van a rescatar a España cuando lo que van a hacer es hundirla para años. Nos han engañado los bancos, nos han engañado los gobiernos del PSOE y del PP. Nos han engañado los dirigentes europeos que están borrachos de ideología neoliberal y no se dan cuenta de que las medidas que toman llevan al desastre a los países que las aplican (¿o acaso es que está mejor la economía de Portugal, por no hablar de los ciudadanos portugueses, desde que fue "rescatada"?). Nos ha engañado el Fondo Monetario que se ha sacado de la manga un informe deprisa y corriendo solo para justificar la decisión ya tomada y en el que cifra las necesidades de financiación de la banca española en una horquilla que sitúa, nada más y nada menos, que entre 45.000 millones y 119.000 millones de euro. ¿En qué quedamos?Y nos engañarán esta tarde el presidente Rajoy y el Príncipe Felipe si es que definitivamente se han ido a ver el partido de fútbol cuando griten ¡España, España!, porque lo que están demostrando es lo contrario: España, los españoles de abajo, les importamos un pepino. Ellos y el resto de los políticos que han permitido lo que acabo de señalar, junto a los banqueros y los grandes beneficiarios de la burbuja y de la crisis, que tendrían que vivir 500 años más para disfrutar de todo lo que han ganado a costa de los españoles, son los responsables de este engaño descomunal. Hay que pedirles cuentas a todos y echarlos para siempre.Juan Torres López, Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla
En el Congreso de los Diputados no hay tiempo para una comisión de investigación sobre Bankia o para una comparecencia del presidente del Gobierno explicando el rescate a España. Están muy ocupados con otras cosas. Hoy llega al parlamento la ley contra las pitadas al himno. Se ha tramitado de urgencia.
En el resto de Europa, un rescate suele conllevar la caída del Gobierno o la convocatoria de elecciones anticipadas. No así en España. Aquí el rescate es un éxito y no merece siquiera que Rajoy lo explique ante la cámara donde reside la soberanía popular, que no es el estadio donde juega la selección en Polonia.
El máximo responsable de los jueces españoles sigue encastillado y en el Supremo debaten qué hacer. No acaban de tener claro si es delito gastar varios miles de euros del dinero de los españoles en cenar con su amigo: un escolta ascendido a asistente personal y jefe de seguridad al que le han dado más medallas que a Rambo. De la responsabilidad política mejor no hablamos. Como dice el Gran Wyoming, dimitir en España es como cenar a las 7: algo que solo se hace en el resto de Europa.
El consejero de Economía de la Comunidad Madrid, Percival Manglano, presume ayer por la mañana del éxito del rescate: “Es una buena noticia porque la bolsa está subiendo y la prima de riesgo está bajando”. Por la tarde, la Bolsa baja, la prima sube y el consejero calla.
La policía detiene en Fuenlabrada a un hombre por abuchear a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es la misma Esperanza Aguirre que hace no tanto aplaudía los abucheos a Zapatero como una muestra de libertad de expresión. Es una libertad de expresión no transitiva.
Pese al éxito de esa “línea de crédito” que nos han dado, la prensa internacional ya habla de que hará falta un segundo rescate para España. Tienen toda la razón, pero no solo es cuestión de dinero: hace falta un rescate moral de este país si no queremos que se hunda en un pantano.
Por: Ignacio Escolar, Director de eldiario.es. Fundador y primer director de Público. Autor de escolar.net. Analista político en radio y televisión: en La Ventana de la Cadena SER, en el canal 24 horas o en Las Mañanas de Cuatro. Más en www.escolar.net/about.
El rescate traerá más recortes y no sirve para salir de la crisis
http://juantorreslopez.com/Publicado con Vicenç Navarro el 12 de junio de 2012 en publico.es
Desde que la crisis se inició en 2007, la población española ha estado sometida a toda una serie de políticas públicas que han significado un gran recorte de sus derechos laborales y sociales, que han afectado de una manera muy notable al bienestar social y a la calidad de vida de las clases populares. Hemos visto durante estos años de crisis la congelación y pérdida de la capacidad adquisitiva de las pensiones, el retraso de la edad de jubilación, la reducción del gasto público en las transferencias y servicios del Estado del bienestar (con recortes muy acentuados de la sanidad pública, de la educación pública, de los fondos y servicios a las personas con dependencia, de las escuelas de infancia -erróneamente definidas como guarderías-, de los fondos para la prevención de la pobreza y de la exclusión social, de los servicios sociales, de las viviendas sociales, del nivel de cobertura de los seguros de desempleo y de las ayudas a la integración de los inmigrantes). Y hemos sufrido las reformas del mercado laboral, que se han llevado a cabo con el objetivo de reducir los salarios y la capacidad de negociación de los trabajadores. Y a todas esas medidas se han añadido la reducción del empleo público y de los salarios a tales empleados públicos.
Pues bien, hoy día sabemos a ciencia cierta que todas estas intervenciones han empobrecido todavía más al conjunto de la clases trabajadoras y que, lejos de haber hecho germinar los “brotes verdes” que las justificaron, han llevado a nuestra economía a una situación mucho peor y más cercana a la depresión.
El rescate no es una ayuda, es una imposición para realizar más recortes
Tales recortes se han justificado siempre como imprescindibles para reducir el déficit del Estado y el tamaño de su deuda pública, algo necesario, según se ha dicho siempre, para ganar la confianza de los mercados financieros y de esta manera poder conseguir dinero prestado para pagar los gastos del Estado.
Tanto el gobierno de Zapatero primero y ahora el de Rajoy han insistido constantemente en realizar esos recortes por encima de todo por el miedo a que no pudiéramos recuperar la famosa confianza de los mercados financieros y entonces fuésemos intervenidos por la llamada Troika, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero ahora resulta que a pesar de que se han llevado a cabo todos esos recortes, a pesar de que se han ejecutado una tras otra las imposiciones de los mercados, expresadas a cada momento muy claramente por esa Troika, España ha sido intervenida por esas tres instituciones
Digan lo que digan, lo cierto es que todos estos enormes sacrificios y recortes han sido en balde y cuando se ha producido su fracaso estrepitoso en forma de rescate, la respuesta del gobierno y del establishment político y mediático es la de negar que haya sido tal y que vaya a llevar consigo una intervención de nuestra economía.
El artículo de Guillermo de la Dehesa “Precisiones sobre el rescate bancario”, (El País 09.06.12), en el que trata de disimular la verdadera naturaleza del rescate, y las manifestaciones del Ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa en la que lo anunciaba como un triunfo, son representativos de esta postura.
Según esas manifestaciones, a las que hay que añadir la del propio presidente Rajoy afirmando que lo ocurrido es algo que “ha conquistado” España, los 100.000 millones de euros no son un rescate, sino una ayuda a la banca que tiene por objetivo reestructurar el sector bancario y sin implicaciones macroeconómicas. Unas interpretaciones que caen por su propio peso cuando se lee el documento del Eurogrupo donde se manifiesta textualmente:
“El Eurogrupo considera que España ya ha implementado importantes reformas fiscales y del mercado de trabajo y medidas para reforzar el activo de los bancos españoles. El Eurogrupo confía en que España cumplirá sus compromisos en virtud del procedimiento de déficit recesivo y con respecto a las reformas estructurales, con el fin de corregir los desequilibrios macroeconómicos en el marco de la Unión Europea. Los progresos en estas áreas serán revisados de cerca y con regularidad, también paralelamente con la ayuda financiera” (subrayado nuestro).
¿Puede decirse de manera más clara que se trata de una intervención en toda regla?
El texto del acuerdo del Eurogrupo señala sin lugar a duda alguna que paralelamente a la supervisión financiera se hará la de las políticas fiscales y macroeconómicas. Y el significado y el objetico con el que se llevará cabo esta supervisión también aparece bien claro en los últimos documentos del FMI y en las declaraciones de sus responsables que constantemente insisten en que habrá que llevar a cabo más reformas del mercado laboral -para conseguir más bajadas salariales-, más reducción de las pensiones, y una reducción más acentuada del déficit, centrándose en el Estado del Bienestar que en España está gestionado por las comunidades autónomas.
Lo que ahora se busca con la excusa de eliminación del déficit de las éstas última no es otra cosa, en la práctica, que nuevos mayores recortes de las transferencias y servicios del Estado del Bienestar que gestionan, principalmente, en materia educativa, sanitaria y de cuidados a las personas.
El rescate no aumentará la confianza de los mercados sino todo lo contrario
Puesto que conocemos perfectamente lo que ha ocurrido en otros países y en situaciones semejantes cuando se toman este tipo de medidas, podemos afirmar ahora con seguridad lo que con toda probabilidad va a ocurrir en España, en contra de lo que vienen diciendo las autoridades sin ningún tipo de fundamento ni base científica ni empírica.
En concreto, es importante que la ciudadanía sepa que, aunque en teoría estas reformas se hacen para recuperar la famosa “confianza de los mercados”, toda la evidencia muestra que los resultados serán precisamente opuestos a este objetivo.
El resultado de los rescates en los otros países supuestamente rescatados es que la prima de riesgo de su deuda pública no ha disminuido. Antes al contrario, ha subido. Y eso ocurrirá igualmente en España porque los recortes adicionales que van a acompañar al rescate van a ralentizar todavía más, y sin ningún lugar a dudas, la marcha de la economía española, acentuando así la recesión.
Además, y en contra de lo que se está diciendo, el rescate aumentará la deuda pública, pues el Estado –el receptor de la supuesta ayuda- tendrá que pagar por las pérdidas de las bancas fallidas en el rescate y asumir sus intereses y el principal.
Y, finalmente, el rescate tampoco garantiza ni que el sector bancario pase a ser solvente ni, por supuesto, que el crédito vuelva fluir a la economía.
La estimación del Fondo Monetario Internacional de las necesidades de capital del sector están hechas ad hoc, para justificar la cantidad con la que se pensaba jugar de antemano. Las cifras que proporcionen las auditorías solicitadas por el gobierno serán otras: las que se desee, porque la experiencia demuestra (como en caso de los bancos que fueron calificados de plenamente solventes meses o semanas antes de que fuesen rescatados en otros países) que dependen de la valoración que se quiera dar a activos que han perdido prácticamente todo su valor. La deuda inmobiliaria con los bancos no es menor de 400.000 millones de euros, así que 100.000 millones (el techo más alto del rescate) serán insuficiente incluso en los escenarios más optimistas de su recuperación.
Y tampoco se garantiza que vuelva a generar crédito a la actividad productiva no solo porque la capitalización será insuficiente sino porque, mientras que las políticas que se vienen aplicando y que acompañarán al rescate sean recesivas, ni habrá demanda suficiente solvente ni compensará a la banca dejar de dedicar los recursos a donde obtiene mayor rentabilidad.
La realidad que el gobierno y los apologistas del rescate quieren ocultar es que éste no es sino únicamente el instrumento mediante el cual la troika gobernará la política fiscal y macroeconómica española para seguir imponiendo reformas y recortes y para asegurar la prioridad de cobro de la deuda que los bancos españoles tienen con la banca europea, y principalmente alemana.
Por tanto, hay que decirlo claramente: el rescate constituye un auténtico golpe de Estado bajo la apariencia de ayuda a la banca. A partir de ahora, el gobierno Rajoy hará lo que digan la Troika y el gobierno alemán. El federalismo de la Sra. Merkel (“queremos más Europa… y los Estados tendrán que ceder soberanía”) es una manera amable de definir una relación colonial en la que a España le toca ahora ser la colonia.
¿Por qué el rescate ahora?
La respuesta que las autoridades dan cuando se pregunta por qué se da justo ahora el rescate es que los intereses de la deuda pública estaban alcanzando un nivel prohibitivo y que, por tanto, había que hacer algo. Pero tal argumento también cae por su base porque significa ignorar que, como hemos demostrado en varias ocasiones, no son los mercados financieros sino el Banco Central Europeo el que realmente define los intereses de la deuda pública.
El hecho de que los intereses que está siendo obligada a pagar España sean altos se debe a que el BCE no ha comprado deuda pública española durante tres meses, lo que se podría considerar como una auténtica provocación de la situación final a la que se ha llegado que el BCE lleva a cabo habitualmente.
Así lo ha demostrado recientemente con datos indiscutibles la periodista Ana Tudela (BCE, la mano que mece la prima, Más Público, 11/05/12 en http://bit.ly/K5DrT8):
“¿Y si la prima (rentabilidad exigida a la deuda de un país respecto a la de Alemania) respondiese a algo más que a un mercado desquiciado? Hay algo más. El Banco Central Europeo (BCE) ha mecido al alza las primas en fechas concretas: las de las cumbres europeas y las semanas en que gobiernos y parlamentos decidían ajustes.
Como demuestra su propio calendario de actuaciones, el BCE dejó, en esas citas clave, de comprar deuda pública. Dejó solos a los Estados cuando más falta hacía. No una ni dos veces sino de forma sistemática desde hace ya dos años, el tiempo suficiente para cambiar Europa. Las peticiones de ayuda por gobiernos como el español, ante periodos de absoluta inactividad del BCE como el actual, caen en saco roto porque la autoridad monetaria, que se empeña en defender su independencia, tiene un objetivo.
Aunque desde Frankfurt se niegan a explicar el patrón de sus actuaciones, a concretar por qué han actuado en semanas con las primas relativamente relajadas y desaparecido cuando la tensión se disparaba, su intención no puede ser otra que propiciar reformas en línea con las tesis de la canciller alemana, Angela Merkel, y del Bundesbank”.
Y también se oculta que España podría seguir pagando la deuda pública a este nivel (y mucho más si el Banco Central Europeo ayudara a abaratar en lugar de encarecer su factura). De hecho, incluso ahora la deuda pública española es más baja que el promedio de la UE-15. Y según los cálculos del FMI, España pagaría el 3,5% del PIB en intereses en 2017, lo cual es una cifra asumible, semejante a la que pagan otros países como Alemania o Gran Bretaña.
La razón, entonces, de que haya sido justamente ahora cuando se ha producido el rescate es otra, y como siempre, no aparece en los medios. Es el temor de la Troika a que en las próximas elecciones griegas gane la izquierda, y se cuestionen con mucha más fuerza las políticas de austeridad que han llevado a Grecia (y a España) al desastre. Es por eso que la Troika quiere tener la sartén por el mango y forzar la continuación de tales políticas, porque sabe que es muy probable que tras las elecciones del próximo fin de semana (y a pesar de las injerencias constantes que están realizando para influir sobre la libre voluntad de los electores griegos) sea mucho más difícil defenderlas. Así de claro.
En definitiva, hay que denunciar el intento de ocultar la verdadera naturaleza del rescate, que está bien clara en el comunicado del Eurogrupo y en los informes del FMI:
- quieren rescatar a los banqueros despreciando y por encima del bienestar de la inmensa mayoría de las personas.
- se ha acordado ya, y se va a producir materialmente cuando se selle la letra pequeña del acuerdo, un auténtico golpe de Estado, porque a partir de ese momento España ya no estará implícitamente intervenida, como hasta ahora, sino expresa y visiblemente por funcionarios extranjeros que impondrán las líneas de gobierno a las que se habrán de ajustar las políticas económicas: nuevos recortes, privatizaciones y reformas institucionales encaminadas a desarmar de derechos políticos y mecanismos de representación a la ciudadanía.
Y se puede adelantar que nada de eso servirá para recuperar la actividad económica:
- volverá a perderse empleo y cerrarán nuevas empresas.
- nada garantiza que vuelva a generarse crédito para la economía. y
- no bajará la prima de riesgo y ni siquiera el montante de nuestra deuda, sino todo lo contrario, cabe esperar que siga subiendo porque nada se ha hecho para frenar el impacto de la especulación generalizada en los mercados.
El rescate es un auténtico desastre para nuestra economía y para nuestra sociedad. Es una verdadera perversión política que el presidente del gobierno se alegre de que se haya producido y que el propio Rey Juan Carlos lo haya felicitado por haberlo reclamado a Europa. Los ciudadanos deben informarse bien, explicar con claridad a quienes tengan a su lado lo que de verdad ha ocurrido y exigir respuestas políticas que den la vuelta a la situación para poner en marcha medidas alternativas, que las hay sobradamente, como venimos poniendo de manifiesto en nuestros escritos y libros.
La revolución ya esta aqui!!! Nos pueden quitar hospitales, médicos y profesores (pa lo que enseñan que se ponga a trabajar dicen los padres) pero mancillar la camiseta de nuestra gloriosa e histórica selección...
ResponderEliminarRevolución!!!!!!!!!!!!!!!!!