martes, 22 de noviembre de 2011

LA RAE PRETENDE SUPRIMIR EL USO DE LA PALABRA DIGNIDAD EN LA PRÓXIMA EDICIÓN DE SU DICCIONARIO

Los recortes llegan ahora al idioma: según el estudio del Instituto de Lexicografía, “el término dignidad está completamente en desuso, y además, no parece demasiado útil a la retórica publicitaria, como ha ocurrido con otras palabras exitosamente recicladas, como revolución, rebélate, o explosión”.
Según declaraciones oficiosas de algunas “mayúsculas”, una población que sólo espera de sus políticos trabajo -a cualquier precio- para poder pagar la hipoteca no requiere en absoluto el uso de la palabra “dignidad”.
En total, podría haber unas mil palabras en riesgo de extinción, siempre que la publicidad o la propaganda no hallasen una nueva utilidad para ellas.

La Real Academia Española (RAE) pretende introducir modificaciones sustanciales en la nueva edición -la vigésimo tercera- de su diccionario, que se iba a publicar en 2014, coincidiendo con el tercer centenario de la institución, pero que habrá de avanzarse a una fecha mucho más próxima, todavía sin determinar, según una resolución acordada por el pleno de los académicos, que al parecer, cuenta con el respaldo de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
     El motivo de esa última actualización -a tan sólo diez años de la última, la vigésimo segunda del 2001- estaría en el creciente número de propuestas de adición, supresión o enmienda que las comisiones académicas vienen trasladando últimamente al Pleno. El Instituto de Lexicografía ha visto desbordarse exponencialmente los materiales procedentes de sus fuentes habituales: el Banco de datos del español, el fichero histórico de la Academia, las obras de referencia y estudios monográficos pertinentes, así como las consultas dirigidas a académicos y a otros estudiosos de reconocida solvencia en el campo del que se trata.
     “La rapidez con que se suceden los cambios en nuestra moderna sociedad conlleva una réplica simétrica en el lenguaje que los relata, y que a su vez, cambia y evoluciona con ellos”, según la propuesta del Pleno que, por otra parte, reconocía en ella la plasmación de los artículos primero de los estatutos de la RAE y primero, también, de los estatutos de la Fundación Pro Real Academia Española (entidad que tiene como finalidad atraer recursos económicos para la financiación de las actividades e iniciativas de la Academia, regida por un patronato -cuya presidencia de honor corresponde al rey de España, Juan Carlos I-, la presidencia al gobernador del Banco de España y la vicepresidencia al director de la Real Academia Española, las vocalías corresponden a otros académicos, presidentes de las comunidades autónomas y de empresas privadas, así como socios fundadores).
     Entre las propuestas más controvertidas figura, sin duda, la supresión de la palabra “dignidad”. Según el estudio del Instituto de Lexicografía, “el término está completamente en desuso, y además, no parece demasiado útil a la retórica publicitaria, como ha ocurrido con otras palabras exitosamente recicladas, como revolución, rebélate, o explosión”. Según declaraciones oficiosas de algunas “mayúsculas”, una población que sólo espera de sus políticos trabajo -a cualquier precio- para poder pagar la hipoteca no requiere en absoluto el uso de la palabra “dignidad”. En cambio, diferentes “minúsculas” se han pronunciado en un sentido opuesto, acusando a la publicidad de promover un empobrecimiento del idioma paralelo al que se está perpetrando contra la sociedad.
     Los recortes podrían afectar también a términos como: responsabilidad, honestidad, solidaridad, compromiso, analizar, firmeza, coherencia, izquierda (en su acepción ideológica), derecho (ídem), reflexión,… así como sus derivados. En total, podría haber unas mil palabras en riesgo de extinción, siempre que la publicidad o la propaganda no hallasen una nueva utilidad para ellas.
     Por último, destacar también el patrocinio -toda una novedad- del nuevo diccionario, que será llevado a cabo por Ariel, detergente líquido con un toque de suavizante, que a su vez, podrá usar libremente el añejo lema de la Rae, el conocido “limpia, fija y da esplendor”.

Véase también
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Al parecer, la RAE se ha visto obligada a retirar su propuesta al tener conocimiento de la actitud de Maruja, de Nou Barris, que ha rechazado la "medalla de honor" de la ciudad, que le iba a imponer X. Trias, el alcalde convergente. Maruja se ha negado a recibir esa medalla de un gobierno que no ha cesado en su empeño de perjudicar al pueblo con su opresiva y represiva política neoliberal de recortes.


[...] necesitamos, más que nunca, empezar a mirar lo que durante muchos años no hemos querido ver. Que la relativa comodidad con la que el capitalismo ha comprado las voluntades durante los últimos treinta años, se acaba. Que ningún gobierno nos salvará, que nadie va a soportar por nosotros y nosotras las duras condiciones de vida que tenemos por delante. Y que para afrontarlas, las y los trabajadores necesitamos organizarnos y utilizar las herramientas que siempre han sido el soporte de la clase trabajadora: la solidaridad y el apoyo mutuo.

[...] ¿Seguiremos pensando que para seguir a flote hay que hacer lo que sea, aunque se trate de pisotear la cabeza de quien tenemos al lado? ¿Seguiremos enterrando nuestra dignidad en montoncitos de billetes que ya no tenemos?

cnt.es
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