AYER, al llegar a casa, había una figura inquietante, en el portal: un tipo alto, disfrazado de parca. Perdón, jeje, se disculpó. Pasamos un recodo del pasillo; en el ascensor, una nota informaba del fallecimiento de un longevo vecino (sus últimos días habían sido un infierno, a causa de un cáncer de pulmón). Nos miramos, aún se oía carraspear al jovenzuelo, en la entrada...
josé icaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias. Ya le llamaremos.