TRANSMITIENDO CONFIANZA A LOS MERCADOS

En un intento desesperado por transmitir confianza a los mercados, esta mañana, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se paseó desnuda –seguida a cierta distancia por un discreto equipo de guardaespaldas– por el mercado de la localidad madrileña de Alcobendas, mientras megafoneaba algunas de las medidas tomadas recientemente, en materia de ajustes presupuestarios, por el gobierno de Rajoy. En efecto, la vicepresidenta no bromeaba cuando dijo aquello de que “el gobierno haría lo que fuese necesario por España”.

     Soraya, que ha recibido cierto número de propuestas (algunas no poco jugosas, como la de Interviú), para posar desnuda, ha bromeado sobre el asunto, diciendo que, aunque ella ha ganado ya algunos quilos desde que está en el ejecutivo, sobre todo por el carácter sedentario de la faena, “las jóvenes españolas de las clases populares pueden estar seguras de que el gobierno del partido popular va a luchar para que sigan manteniendo una figura esbelta y saludable. O, como mínimo, esbelta. Muchas gracias”,  dijo la vicepresidenta, mientras tapaba pudorosamente sus senos ante las cámaras de diversos medios de comunicación.

     -¡Maciza! –decían algunos.

     -Gracias, nada más por ahora –respondía, no sin cierto embarazo, la vicepresidenta.

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